Otro@s mientras tanto diseñan hazañas donde sentirse viv@s.
El resto se conforma con dar palmas y gritar de júbilo ante los hitos de sus ídolos, mientras lo son.
Los medios de comunicación ensalzan las glorias y las convierten en deseos personales.
Como dioses y diosas desfilan quienes son admirad@s para éxtasis de sus admiradores.
Cada Domingo de Ramos celebra la Iglesia una representación plástica de una lección de sabiduría profunda y ancestral.
Sic transit gloria mundi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario